Buscar este blog

12 marzo, 2009

Cantabria: comer y dormir


En Cantabria se puede comer de maravilla y dormir plácidamente. La oferta, de ambas cosas, es variada y muy completa. Para conocer Cantabria lo que resulta más interesante es alojarse, por unos días, en lugares diferentes. De esta forma se abarcan mejor todas las posibilidades que Cantabria nos ofrece.




Muchos restaurantes cierran en la época navideña. De todas formas, encontramos algunos abiertos en los que comimos muy bien como en: casa Maruja en San Vicente de la Barquera, Amita en Suances, Las Piscinas en Villacarriedo, Marisquería Pechón en Pechón, Asador Llorente en Potes, La Torre en Ubiarco y La Bolera en Ruente.




Existen alojamientos para todos los gustos: rústicos, sofisticados, prácticos, de diseño, funcionales, con encanto y tradicionales. Además, la oferta cántabra de apartamentos es más que interesante.
.
 
Siguiendo los consejos de un amigo, alquilé un apartamento para los días claves de Navidad y festivos. De esa forma, podía disponer de más independencia y libertad de movimiento. El apartamento donde nos alojamos resultó ser un acierto total. Estábamos prácticamente solos en el edificio y la tranquilidad fue absoluta. Situado en pleno San Vicente de la Barquera, sus vistas eran magníficas y el apartamento acogedor. Desde allí pudimos hacer muchas rutas diferentes.




En ese mismo viaje, nos alojamos también en diferentes posadas. Me quedé con las ganas de ir a una típica casona cántabra pero, por esas fechas, muchas posadas, hoteles y casonas cierran por tratarse de negocios familiares y preferir el descanso durante esos días.

La comida merece un punto y aparte. Su calificativo es de excelente. Comimos muy bien. Encontré muy buenos restaurantes, algunos los descubrimos sobre la marcha y a otros llegamos en parte asesorados por Javier de la Posada Lunada.