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26 julio, 2016

Arte en Madrid, segunda parte

Continué con las visitas a unos de los  mejores espacios para ver exposiciones en Madrid: la Casa Encendida, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro Reina Sofía.


Decidí acudir en primer lugar a la Casa Encendida. Se trata de un edificio de gran capacidad que alberga diferentes recintos. Dispone de espacios para impartir clases, salas de exposición, auditorio, bar restaurante, tienda de objetos diversos, salas multimedia y una terraza fantástica desde la cual disfrutar del cielo de Madrid. 


En la Casa Encendida podías acceder a la programación de diferentes propuestas artísticas una de ellas era la exposición: Animalistas. Representación, violencias y respuestas. Un interesante planteamiento, en muchos aspectos duro como la vida misma. Me pareció fascinante el "Gabinete de los retratos". Una enorme sala repleta de cuadros de animales de suelo a techo, al estilo inglés. Impactaba sobremanera.

 
 

En la Sala D y E de la Casa Encendida acababan de inaugurar la exposición de Teresa Lanceta: Adiós al rombo. Una exposición que conquista por su fuerza creativa. En ella, Teresa Lanceta despliega un amplio abanico de sólidos procesos artísticos y los ejecuta con vigorosa imaginación sirviéndose para ello de tapices, pinturas, dibujos, telas pintadas y cosidas de un altísimo nivel inventivo, textos y vídeos. Un inspirador y dinámico planteamiento. Renovador e innovador a la vez y por supuesto, en progresión imparable.

 

La exposición incluye distintas colaboraciones especiales entre ellas una cartografía digital de patrones y objetos del Medio Atlas de Nicolas Malevé y una interesante y poética instalación interactiva de Lot Amorós. Merece mucho la pena. 

16 julio, 2016

Arte en Madrid, primera parte

Desde mi llegada a Madrid, sólo pensaba en ver las exposiciones que me podía ofrecer la ciudad. Esa fue la razón principal de escoger el hotel Artrip, por su cercanía a la zona de los mejores museos y salas de exposiciones.


Cuando empecé a caminar por el centro de la ciudad comprendí que Madrid me podía ofrecer mucho más que exposiciones.

El callejear se vive de forma natural, así que me uní al movimiento de "callejear". De esta forma, descubrí que la arquitectura de la ciudad es impresionante. Así que, no llegué a ir a todos los museos que me había propuesto dado que la ciudad me proponía otras distracciones igualmente apetecibles. Como ver el Mercadillo de antigüedades en los alrededores de la calle Huertas o entrar al Palacio de los Duques de Santoña.

   

Me fue imposible entrar en el Museo del Prado, porque quedaban pocos días para la finalización de la exposición del pintor La Tour y además se acababa de inaugurar hacía muy poco la exposición de El Bosco. Las colas para entrar eran kilométricas y tenías que estar un par de horas haciendo cola, así que decidí visitar otras exposiciones.

06 julio, 2016

Un barrio ilustrado, el de Las Letras

Temprano por la mañana me acerqué al barrio de Las Letras.
¡Que mejor nombre para un barrio que el de Las Letras! Muchas calles tienen nombre de escritores: Moratín, Cervantes, Lope de Vega o Quevedo.


Deambulando por la calle Huertas ya respiras ese ambiente cultural e ilustrado. Existen estupendas librerías en el barrio, como las ubicadas en la calle Cervantes, Moratín o en la propia calle Huertas. Un lujo de librerías, en dónde podrás perderte entre esos estantes de madera maciza que respiran conocimiento y que huelen a libros antiguos.
  

Aunque fue totalmente una casualidad, coincidí con el evento DecorAcción 2016 y me gustó especialmente. Durante toda esa semana estaban proyectadas diferentes acciones promovidas por decoradores, diseñadores y artesanos en el barrio de Las Letras.



Recorrimos las calles, adornadas para la ocasión, perpendiculares o paralelas a la calle Huertas, como la calle Jesús, León, Amor de Dios, San Agustín, San Jose, San Pedro, Cervantes o Quevedo. Además, estaba instalado el Mercadillo de de Antigüedades ocupando varias calles peatonales. Toda la zona participaba de acciones especiales por el evento de DecorAcción 2016. Por ello, diseñadores, y artesanos habían realizado diferentes intervenciones artísticas y decorativas en el espacio urbano del barrio.


Estaba abierto al público el bonito edificio de la Cámara de Comercio: el Palacio de los Duques de Santoña. Decorado y engalanado para esos días.


Recorrer esa zona fue una gozada. No sabías qué mirar o admirar. Así que lo que nosotros decidimos fue pararnos a tomar algo en una terraza decorada para la ocasión y contemplar el desfilar de un sinfín de personas interesadas en este proyecto.